Obra cúlmine de Maxi Postay. Sin dudas, la más influyente, ambiciosa, trascendental. Lectura indispensable para todos aquellos que se sientan interpelados, arrasados, desbordados, inquietados, por el abolicionismo de la cultura represiva. ¿De qué hablamos cuando hablamos de abolicionismo de la cultura represiva? ¿De qué hablamos cuando hablamos de abolicionismo? ¿De qué hablamos cuando hablamos de cultura represiva? ¿Por qué decimos que la cultura represiva no es otra cosa que el proyecto civilizatorio de Dios o, mejor todavía, que la reproducción normalizada de sus más determinantes atributos? ¿Por qué decimos que los atributos determinantes de Dios (unicidad, verdad, omnipresencia, omnisciencia y omnipotencia) son siempre segregatorios, son siempre totalitarios? ¿Por qué decimos que Dios no es tan sólo una figura religiosa y que la reproducción normalizada de sus más determinantes atributos puede suscitarse con igual contundencia, tanto en espacios religiosos, como en espacios laicos? Autopoiesis, necrosimulación, epistemología sin episteme y sin lógica. El miedo se transforma en un crisol gravitatorio. Si pienso su derrumbe, su trituración remota, cual abyecta introspección de catacumba, cual senil genuflexión de sacrilegio, ¿habremos de rodar al mismo tiempo mi cuerpo indiferente a los murmullos y el frío imperativo y substancioso del frágil maremoto del suicida, del hondo renacer del olvidado, del hueco identikit del ermitaño, del sórdido misterio de Perséfone? Me miro en los rincones de la luna y observo que mis dedos son señuelos. Y llamo a media voz a mis fantasmas. Y acuden todos juntos, en manada. Puntuales como signos, ardiendo entre cenizas y avalanchas. Y rozan con sus muertes mis angustias. Y empuñan sus revólveres gaseosos. Mi impulso extralimita su templanza inverosímil. Mis ojos y su brillo, un día sobre otro. La fiebre de la ninfa que me enreda. El sabio misticismo que me abraza. La épica llama a la épica... Los cobardes se complotan con sonámbulos... Dios no ha muerto, a Dios hay que matarlo.
******
Ficha Técnica
Dios no ha muerto, a Dios hay que matarlo. Del abolicionismo de la cultura represiva como abolicionismo de Dios. Breviarios rapsódicos deicidas; Editorial Perrachancha; Espacio/Secta LTF.
Primera edición: agosto de 2023.
Impreso en Argentina.
ISBN 978-987-88-9453-9 Collage de tapa: "Los cuatrillizos Mainländer" o "¿Aquello que no se nombra no existe?" o "El orfanato".
Diseño interior, tapa y contratapa: Pepinillo Mainländer.
Dios no ha muerto, a Dios hay que matarlo. Del abolicionismo de la cultura represiva como abolicionismo de Dios. Maxi Postay
Obra cúlmine de Maxi Postay. Sin dudas, la más influyente, ambiciosa, trascendental. Lectura indispensable para todos aquellos que se sientan interpelados, arrasados, desbordados, inquietados, por el abolicionismo de la cultura represiva. ¿De qué hablamos cuando hablamos de abolicionismo de la cultura represiva? ¿De qué hablamos cuando hablamos de abolicionismo? ¿De qué hablamos cuando hablamos de cultura represiva? ¿Por qué decimos que la cultura represiva no es otra cosa que el proyecto civilizatorio de Dios o, mejor todavía, que la reproducción normalizada de sus más determinantes atributos? ¿Por qué decimos que los atributos determinantes de Dios (unicidad, verdad, omnipresencia, omnisciencia y omnipotencia) son siempre segregatorios, son siempre totalitarios? ¿Por qué decimos que Dios no es tan sólo una figura religiosa y que la reproducción normalizada de sus más determinantes atributos puede suscitarse con igual contundencia, tanto en espacios religiosos, como en espacios laicos? Autopoiesis, necrosimulación, epistemología sin episteme y sin lógica. El miedo se transforma en un crisol gravitatorio. Si pienso su derrumbe, su trituración remota, cual abyecta introspección de catacumba, cual senil genuflexión de sacrilegio, ¿habremos de rodar al mismo tiempo mi cuerpo indiferente a los murmullos y el frío imperativo y substancioso del frágil maremoto del suicida, del hondo renacer del olvidado, del hueco identikit del ermitaño, del sórdido misterio de Perséfone? Me miro en los rincones de la luna y observo que mis dedos son señuelos. Y llamo a media voz a mis fantasmas. Y acuden todos juntos, en manada. Puntuales como signos, ardiendo entre cenizas y avalanchas. Y rozan con sus muertes mis angustias. Y empuñan sus revólveres gaseosos. Mi impulso extralimita su templanza inverosímil. Mis ojos y su brillo, un día sobre otro. La fiebre de la ninfa que me enreda. El sabio misticismo que me abraza. La épica llama a la épica... Los cobardes se complotan con sonámbulos... Dios no ha muerto, a Dios hay que matarlo.
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Dios no ha muerto, a Dios hay que matarlo. Del abolicionismo de la cultura represiva como abolicionismo de Dios. Breviarios rapsódicos deicidas; Editorial Perrachancha; Espacio/Secta LTF.
Primera edición: agosto de 2023.
Impreso en Argentina.
ISBN 978-987-88-9453-9 Collage de tapa: "Los cuatrillizos Mainländer" o "¿Aquello que no se nombra no existe?" o "El orfanato".
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